sábado, 15 de marzo de 2014

¿Cómo usan los menores las TIC´s? ¿Qué percepción tienen de la privacidad?Un pequeño análisis del estudio publicado el 28 de enero de 2014 por la Agencia Vasca de Protección de Datos.

Hola a tod@s!

Mi post de hoy va a ser un poco diferente, ya os aviso. Navegando por la red de redes, me he encontrado con un informe publicado por la Agencia Vasca de Protección de Datos en enero de este año y me ha parecido suuuper interesante! El informe incluye las conclusiones de un trabajo de investigación realizado entre alumnos de entre 6º de primaria y 1º de ESO , asociaciones de madres y padres de alumnos y educadores sobre el uso de las TIC´s y la percepción de la privacidad, y podéis consultarlo aquí (es un poco largo pero la lectura es muy amena, creedme). En este post voy a comentar algunos aspectos que refleja el estudio sobre los hábitos con las TIC´s de los alumnos, dejando un poco aparte a padres y profesores; y el motivo es muy simple: este blog habla sobre LOPD y privacidad y ver cómo se inician los futuros adultos en las TIC´s me parece que es la piedra angular de cómo estamos haciendo las cosas para que la gente sea consciente de la importancia de la privacidad y el uso responsable de datos personales e informaciones privadas. Vamos a ello!

Empieza el informe dejando claro que el móvil es el rey de la jungla entre los “pequeños”; en la franja de edad de 11 a 13 años es la herramienta básica de conexión/juego. Curioso también es que los primeros contactos con las TIC´s sean mediante tablets en niños de preescolar, les encanta! Así, la secuencia sería:
Tablet Móvil (los nenes de quinto se focalizan en Tuenti y Whats App, los de 1º y 2º de ESO añaden además Twitter y ya a partir de tercero, usan todo tipo de RRSS). En esto mi sobri de 4 años debe ser la excepción, ya que es mucho más ágil con el móvil que con la tablet, creedme. Me llama la atención también que conozcan y usen Twitter antes que Facebook; en mi caso, yo empecé por Tuenti, después pasé a Facebook, luego ya me familiaricé con Whats App y, por último, caí en las redes de Twitter. Parece ser que el uso básico del móvil también lo han olvidado, ya que apenas llaman; se comunican básicamente por RRSS (lo que mi madre hubiera agradecido esto cuando hace algunos añitos me pasaba horas y horas al fijo con mis amigas).

Respecto al uso que hacen, el “number one” de la utilidad lo tiene la comunicación con amigos y familia , el segundo puesto lo tiene el ocio (música, vídeos) y, el tercer, buscar información, pero parece ser que no son capaces de distinguir las fuentes fiables (y en esto creo que apenas se diferencian de los mayores, con toda sinceridad). En mi caso personal, la llegada de internet a casa fue con la excusa de tener acceso a más información para hacer los trabajos del instituto que la que recogía el Larousse; lo de la comunicación surgió a posteriori (con el desaparecido Messenger). Además, parece ser que se manejan que da gusto con las aplicaciones, pero cae el uso del entorno ofimático (al contrario de lo que nos pasó a las generaciones “veteranas”, a las que nuestros padres insistían con el aprendizaje de mecanografía y con que supiéramos todos los secretos del tratamiento de textos en word).

En relación al control del uso que hacen por parte de los padres parece ser que es minoritario, y que en este hecho influyen factores de desconocimiento de herramientas para ello y la dificultad de vigilar los dispositivos (el uso del pc de sobremesa era más sencillo de controlar).

Y el plato fuerte: ¿qué consciencia tienen sobre la privacidad? Pues claramente: apenas ninguna. El informe recoge que eso de la privacidad, la intimidad y la protección de datos les suena a chino, ya que lo que mola es enseñarlo todo y dejar las puertas abiertas de par en par (a la Señora Bernarda Alba de Lorca le daría un chungo si viviera en esta época, ¿no creéis?). ¿Y por qué piensan así? Básicamente por los modelos sociales que siguen: ven a sus ídolos enseñando al mundo prácticamente lo que hacen cada minuto y parece ser que lo perciben como el camino al éxito, y, más cercanamente, ven casi lo mismo en sus propios padres.. ¿cómo no van a percibirlo como algo bueno y correcto? Si algunos ven que hay fotos suyas en el vientre de su madre colgadas en las RRSS!

Tampoco son muy conscientes de la repercusión de lo que comparten en RRSS; el informe recoge el testimonio de cómo un alumno manifestó claramente su orientación sexual en una red social pero no quería que su madre se enterara de ello o el ejemplo de una chica que compartió una foto íntima en otra RRSS pero ni loca se le hubiera ocurrido colgar la misma foto en el tablón de clase. La conclusión de esto es clara: ven las RRSS como un juego, algo poco serio, frente a la percepción de seriedad que tienen de las redes sociales “in person”; como si creyeran que la vida digital es como un pseudomundo sin consecuencias. No me sorprende este resultado ya que en no pocas ocasiones (afortunadamente cada vez menos), oigo a adultos dispensar determinadas conductas y actuaciones en internet que minutos después censuran en caso de producirse en las relaciones “en cuerpo presente”.
Y, por último.. no tienen un mínimo cuidado con sus contraseñas ni con el uso de pc´s compartidos, ya que parece ser que no se preocupan por cerrar sus sesiones cuando los usan (a mí ya se me han puesto los pelos de punta pensando en el Reglamento de la LOPD).

Mi conclusión sobre el estudio es clara: necesitamos acercar usos responsables a peques y mayores y tenemos el deber moral de hacerlo. Es verdad que luchamos contra la Sociedad de la ventana indiscreta, pero con una diferencia: antes el que miraba lo hacía a escondidas, sin que el espiado supiera que había alguien mirándole, y ahora es el espiado el que abre la ventana de par en par para ser observado. En mi humilde opinión, es evidente que no podemos ponerle puertas al campo, pero tampoco debemos cerrar los ojos ante estas exposiciones excesivas a la vida privada de los nenes. Si cultivamos unas buenas semillas de conciencia, en el futuro recogeremos buenos frutos, pudiendo llegar a la situación de que no hicieran falta ni normas ni reglamentos sobre privacidad porque ya tendríamos una sociedad comprometida con las buenas prácticas tanto con su propia intimidad como con la de terceros.



Y aquí termina este post algo distinto. Espero que os haya gustado, que os animéis a leer el informe y ya si me comentáis por twitter lo que pensáis sobre él, me haríais very happy!

Un saludo a todos, y que paséis buena semana (y cuidado con las alergias que este año la primavera parece que llega fuerte!).



Si me quieres conocer un poco más, puedes seguirme en Twitter: https://twitter.com/SMor84